La madrugada del próximo domingo 3 abril los relojes deberán adelantarse una hora, ya que entra en vigencia el horario de verano, el cual se mantendrá hasta el mes de octubre.
Entre los principales argumentos por los cuales se estableció dicha medida, desde el año 1996, está la reducción del uso de energía eléctrica en las ciudades, y con ello maximizar el uso de la luz solar por parte de la ciudadanía.
Este adelanto al reloj en algunas ocasiones puede generar alteraciones en las personas, que pueden ir desde cambios en la rutina de sueño hasta un ligero desorden alimenticio, además de cambios de humos y agotamiento.
Algunos expertos señalan que estos efectos pueden estar relacionadas a los malos hábitos que tienen las personas, sumados a los niveles de vida estrés, pero en cuestión de días los afectados retornan a la normalidad.