La desaparición del Instituto Nacional Electoral (INE) y la eliminación de los diputados plurinominales, son los principales objetivos de la Reforma Electoral promovida por el ejecutivo federal. Esto pese a que algunos integrantes del mismo grupo político en el poder se han manifestado en contra, y coinciden con los especialistas en las consecuencias que lo anterior podría generar a la democracia en el país.
De acuerdo a la propuesta, se plantea crear un nuevo organismo que sustituirá al INE, denominándose "Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC)", con un menor número de consejeros electos por voto popular y un financiamiento reducido para los partidos políticos, además dependiente de la Secretaría de Gobernación.
También busca disminuir el número de legisladores y facilitar las consultas populares.
Académicos señalan que si bien es necesaria una modificación a la Ley Electoral para mejorar y fortalecer los organismos encargados de los procesos democráticos, aseguran que no es necesario un drástico cambio en donde se eliminen elementos cruciales que garantizan a los ciudadanos una libre decisión política.
Las principales críticas incluso señalan que esta iniciativa de Ley debilitará al árbitro electoral, poniendo en riesgo la calidad de las elecciones y concentrará más poder en el ejecutivo, en donde la eliminación del Instituto Nacional Electoral, podría traer consigo graves consecuencias para las elecciones.
La Reforma, también podría afectar la credencial de elector y el ejercicio del voto, en donde se permitirá ejercerlo desde el extranjero utilizando documentos como el pasaporte y la matrícula consular, lo que podría comprometer la integridad del padrón electoral.