2023 fue el año más seco desde 1981.
Los pronósticos señalan que la escasez de agua será todavía mayor en 2024, pues se prevé un déficit de lluvias desde el primer trimestre del año.
La temporada de estiaje inició el primero de febrero y se prolongará durante los próximos cuatro meses.
Marzo se perfila como el inicio de una temporada en la que el déficit de precipitaciones afectará principalmente al norte de Veracruz.
Pero este mismo efecto podría presentarse prácticamente en todo el territorio veracruzano, por lo que alcaldes de la región central aseguran estar a la expectativa de las afectaciones que podría sufrir la población.
Así como en la zona sur, donde municipios como Coatzacoalcos prevén una fuerte temporada de estiaje.
De acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), en 2023, de las 210 grandes presas del país se tuvo un almacenamiento total de 52 mil 583 millones de metros cúbicos.
Dicha cifra representó un déficit del 12 por ciento con respecto al almacenamiento promedio nacional.
El estiaje es y seguirá siendo parte del calendario meteorológico, aunque factores como la sobreexplotación de acuíferos, la deforestación y el cambio climático influyen para que el déficit de lluvias convierta esta época del año en un auténtico castigo hídrico.