Bomberos y militares buscan sobrevivientes entre los escombros causados por un fuerte sismo de magnitud 6.8, ocurrido el lunes en la localidad de Luding, en la provincia suroccidental china de Sichuan.
Este martes la cifra de muertos aumentó a 66 y la de heridos a 253. Además de que 15 personas están desaparecidas.
Las autoridades chinas trabajan para rescatar a los afectados. Se han enviado más de 6.650 fuerzas de rescate, incluidos soldados, bomberos y médicos del Ejército, y nueve helicópteros.
Los sismólogos chinos advirtieron que el epicentro y las regiones cercanas en Sichuan tienen que prepárese para posibles desastres secundarios después del terremoto, como deslizamientos de tierra en los próximos días e incluso años.
Según la Administración de Terremotos de China, el movimiento telúrico de Luding es el evento sísmico más grande en Sichuan desde el terremoto de magnitud 7.0 de Jiuzhaigou en 2017.
Liu Hong, jefe de la oficina de cultura, radio, televisión y turismo en Garzi, que estaba en primera línea, en Hailuogou, epicentro del sismo, le dijo al Global Times que la carretera de entrada y salida de Hailuogou se derrumbó por el movimiento y la comunicación fue cortada.
La prensa local reportó más de 11 mil evacuados de las zonas expuestas ahora a deslaves o al derrumbe de edificios.