Veracruz es uno de los estados con las evaluaciones más bajas respecto a la convivencia social.
Es decir, gran parte de su población está insatisfecha con los espacios en los que deberían propiciarse las condiciones para un ambiente cordial y seguro para las personas de todas las edades.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante el 2023 en Veracruz el 47 por ciento de la población de 18 años o más refirió que la policía de su ciudad tiene disposición de ayudarle.
Mientras que poco más de la mitad de las personas indicaron que los semáforos ubicados en las calles y avenidas son funcionales, y sólo el 13 por ciento fue testigo de la reparación inmediata de coladeras abiertas o baches.
El transporte público no es la excepción, pues menos de la mitad de la población encuestada indicó que los conductores son amables y respetuosos con los usuarios y que las unidades no brindan un espacio confortable para viajar.
Además, un 36 por ciento aseguró que los operadores respetan los señalamientos viales, y únicamente un 29 por ciento consideró que las unidades están en buen estado, limpias y funcionales.
Todos estos factores influyen para que sólo el 40 por ciento de la población se sienta satisfecha con los servicios públicos provistos por las autoridades locales.
Los espacios sin acondicionamiento para las personas con discapacidad son otro factor que limita la convivencia social, algo que ni siquiera parece importarles a los tres niveles de gobierno.