La Iglesia buscará abrir espacios de acompañamiento a las víctimas de la violencia el año entrante, según el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló.
Derivado de la jornada violenta por la que atraviesa el estado, comentó que el seno familiar es el más perjudicado y se piensa poco en este. Por lo que las autoridades deben hacer lo propio, y garantizar justicia y seguridad para las víctimas secundarias.
En este sentido, la Iglesia coordinará lugares para recibirlas y darles atención espiritual el próximo 2019. Asimismo, adelantó que se abrirá una casa de migración interna a la salida de Jerez, con la que coadyuvarán para socorrer a familiares de hospitalizados, migrantes de paso y otros necesitados.
"Acabo de tener una reunión con el equipo de pastoral juvenil y es una de las metas que tenemos para el año próximo, poner espacios donde acompañemos a las víctimas de la violencia".