Obispo ofrece apoyo a víctimas de violencia en Zacatecas

Zacatecas, Zac.- El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, realizó una visita a varias comunidades, incluyendo Villa González Ortega, Noria de Ángeles, Pedregoso y Villa Hidalgo, donde se reunió con un grupo de al menos 80 personas víctimas de la violencia y que tienen familiares desaparecidos. En un encuentro, el obispo escuchó sus historias y ofreció apoyo espiritual y emocional.

El obispo destacó la difícil situación que enfrenta la gente en estas comunidades debido a la violencia e inseguridad. Señaló que, a pesar del miedo y la tristeza, la comunidad muestra una notable resiliencia y esperanza en que la situación mejore pronto. Además, expresó su admiración por la participación activa de la iglesia en la vida de estas comunidades y su compromiso con la renovación interna y el fortalecimiento de la fe.

"Gente que tiene hijos desaparecidos, es otro ambiente, otro ambiente de dolor indescriptible, el dolor no cabe en palabras, pero sin embargo nos reunimos y al final de cuentas hay la esperanza de qué esta, qué será pesadilla por una parte y por otra parte que este calvario termine y termine pronto."

Noriega resaltó la importancia de escuchar a las personas y permitirles expresar su dolor y sufrimiento como parte del proceso de sanación. La iglesia, junto con profesionales en psicología y tanatología, planea acompañar a las víctimas de cerca y ofrecer apoyo emocional en este momento difícil. Los sacerdotes también estarán disponibles para escuchar a la comunidad durante al menos dos horas diarias por la tarde.

En medio de la adversidad, la fe en Dios y la devoción a la Virgen María siguen siendo un recurso vital para las personas afectadas, subrayó Sigifredo. El obispo subrayó la importancia de aferrarse a la fe y encontrar consuelo en la cruz de Cristo. Finalmente, instó a las personas a vivir su duelo y recordó que aquellos que han fallecido ya están en manos de Dios.

"Los sacerdotes están dedicando o van a dedicar al menos dos horas diarias en las tardes a la hora que se puede, a la hora temprana para estar escuchando a la gente, es lo que necesita en este momento y lo que podemos hacer en este momento y lo que corresponde será nosotros como iglesia."