Zacatecas.- Prácticamente han pasado 2 meses de que pobladores de la comunidad de San Juan de Carboneras en Ojocaliente instalaron un bloqueo en el acceso a la mina El Coronel exigiendo resarcir las afectaciones que su operación ha traído a sus viviendas, la falta de oportunidades y el mejoramiento de su entorno. Pero el conflicto está lejos de solucionarse pues ni autoridades ni representantes de la empresa han dado señales de alguna posible propuesta.
"Pues la mera verdad de las autoridades no queremos nada, seguimos repitiendo que con las autoridades y gobierno no queremos nada porque está pues recargado a un solo lado. Lo que queremos es que la empresa minera vayan ahí a atendernos", señaló Javier Ibarra Silva en representación de los habitantes de la comunidad.
Algunos comuneros tuvieron que trasladarse a la capital zacatecana, pues su estancia a las afueras de la minera provocó que un animal le picará a un joven, que tuvo que ser ingresado de emergencia al Hospital General de Zacatecas.
"Ahí nos ayudaron los señores de la guardia, los que están ahí de guardia de la empresa minera, por ahí lo llevaron a ponerle una ampolleta pero no le hizo la ampolleta, entonces ese es el motivo por el que él esté aquí en el hospital general. Nos han dicho pues que está un poquito delicado de su pie, de su pierna".
El movimiento social que han generado los habitantes de San Juan de Carboneras está en peligro de desvirtuarse, pues una autoridad ejidal ha querido intervenir, sin saber los interés o motivos, para acabar con la manifestación.
"Pedirle al señor Tiburcio Cerda pues que nos deje arreglar nuestro asunto, es un comisariado ejidal de nuestra comunidad, su deber de él es estar apoyandonos ahí, que no nos este quitando la gentes que tenemos ahí en la empresa porque estamos luchando por nuestra comunidad y su obligación de él como gobierno tiene que estar ahí con nosotros".
Los días pasan y las demandas de estos habitantes de una comunidad cercana a una mina donde se extraen minerales para la creación de barras de plata y oro no han podido ser atendidas. La ironía del despojo de la tierra sin la retribución a las comunidades mineras de la riqueza que diariamente es saqueada.