La diputada federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Blanca Alcalá Ruiz, sufrió un secuestro exprés en la autopista México-Puebla, la madrugada del martes 27 de agosto.
La legisladora y su conductor fueron retenidos contra su voluntad por un comando armado que utilizó ponchallantas para interceptarlos en Chalco, Estado de México. Tras siete horas, ambos fueron liberados.
Hombres armados los obligaron a bajar del automóvil y los amenazaron con matarlos. Los secuestradores llevaron a sus víctimas a un terreno baldío, donde había otras víctimas.
Durante el secuestro, los delincuentes despojaron a las víctimas de dinero en efectivo, artículos de valor y obtuvieron información personal, incluyendo datos bancarios y contactos familiares, con los cuales intentaron extorsionar.
Mediante una credencial, los criminales se dieron cuenta que Blanca era legisladora federal, por lo que decidieron liberarla junto con su chofer, pero los amenazaron con represalias en caso de que regresaran o denunciaran.
La también vicepresidenta de la Cámara de Diputados y su acompañante no resultaron lesionados pero sí sufrieron crisis nerviosa.
Mediante un comunicado expresó profunda preocupación y miedo por la situación de violencia y dijo que los hechos de los que fue víctima son un reflejo de la grave inseguridad que enfrentan diariamente miles de personas en las carreteras y autopistas de México.
"Afortunadamente, nos encontramos bien y tenemos la posibilidad de disfrutar a nuestras familias y continuar nuestras vidas, ahora con preocupación y miedo, pero en adelante con el mismo entusiasmo".
La dirigencia nacional del PRI lamentó los hechos y expresó su solidaridad, el partido exige a las autoridades fortalecer la seguridad en la autopista México-Puebla.