ZACATECAS, ZAC.- Guillermo Gómez descubrió su talento en el maquillaje y la caracterización a los 15 años de edad, poco a poco adquirió conocimiento de manera autodidacta derivado de su gusto por las películas de terror y los monstruos, hasta lograr las impresionantes criaturas que hoy distinguen su trabajo.
"Agarraba lo que había en la cocina, lo primero, harina, salsa catsup, colorantes de las gelatinas, lo que encontraba para hacer sangre o lo que yo necesitaba, y así poco a poco iba investigando nuevos materiales y lugares donde los vendía, juntaba mi dinero y los compraba".
Guillermo se abrió camino en este arte al ganar los primeros lugares de diversos concursos y en la práctica con sus amigos. Los artistas estadounidenses, Rick Baker y Steve Johnson, han sido fuente de inspiración para el zacatecano que hace cinco años comenzó a incursionar en el cine local con sus creaciones.
"He trabajado en La Máquina del Diablo, una película de Edin Alain, he trabajado con él en otras dos películas: Lobo y Atrapados; he trabajado en cortometrajes una que se llama Perish de Homeless Pictures y el otro de Edin donde también colaboré con los maquillajes".
Además, ha impartido talleres de hasta seis meses de duración, en los que instruye sobre los mínimos procesos y los que demandan de hora y media a dos horas de realización.
Para Halloween y Día de Muertos, Guillermo trabaja a través de cita dando vida a personajes como las catrinas y zombies, e incluso en la elaboración de heridas ficticias de diferentes tamaños a partir de los 50 pesos.
"Por ejemplo, esta de aquí vale 50 pesos, se puede adherir en el brazo, en la cara, en la mejilla y ya si quieren otra son 100 pesos pero se ve más completo y se puede tapar el ojo, se puede usar de diferente forma una prótesis".
Para él es fundamental compartir su conocimiento con las nuevas generaciones interesadas en este arte, para que adquiera el valor que merece e incrementen los talentos locales. Su trabajo puede se consultado a través de Facebook en la cuenta Guillermo Gómez A R o en Avenida Hidalgo 636 de la capital zacatecana.