Zacatecas, Zac.- "Y antes nomás se vendía así, pásele pásele, tenemos trompadas y mentadas, era una forma de alentar al cliente, porque antes se vendía en mesa y no en un local, se vendía de forma ambulante y pásele pásele, tenemos melcochas y trompadas. Melcochas largas y cabezonas, de doble cabeza, y o sea, nos la cotorreábamos, al fin de cuentas era una forma, un estilo de venta, totalmente diferente." Baltazar Jiménez.
En el corazón del Mercado González Ortega, ubicado en el pintoresco Centro Histórico de Zacatecas, se encuentra un tesoro dulce que encarna siglos de tradición: "La Fábrica de la Melcocha", un negocio familiar que atiende Francisco Israel Baltazar Jiménez, y quien nos lleva en un viaje a través del tiempo, compartiendo la historia detrás de este comercio que busca, desde 1986, ocupar un lugar en el corazón de la gente para este manjar artesanal, la melcocha.
"Nosotros somos la sexta generación de dulceros de aquí de Zacatecas de aquí del rebote de Barbosa, de ahí viene la familia dulcera ya con muchos años de experiencia en este ramo y como les digo el principal Dulce se conoce como la melcocha. Por eso se llama la catedral de la Melcocha."
La Melcocha, cuyo nombre proviene de miel y cocha, "miel cocida", es más que un dulce. Es un legado ancestral que ha resistido la prueba del tiempo, hecho a base de mieles de abeja, maguey, tuna o piloncillo.
Aunque existen otras variedades como la charamusca o charrasca a base de azúcar, la melcocha es la original y en "La Fábrica de la Melcocha", la variedad es impresionante. Con más de 60 sabores diferentes, desde los clásicos de miel de abeja y piloncillo hasta innovaciones con chile, cítricos y frutas exóticas, hay algo para todos los gustos.
"Pues si mira, pues son más de 60 sabores diferentes, los que manejamos de todo tipo, aquí como te digo el de piloncillo, pues hay con cacahuate, con ajonjolí, con pura canela, chiclosos, hay empanizados, tenemos de miel de abeja qué son los principales los de miel de Maguey y de sabores, pues imagínate, todos los frutales, limón, uva, piña, cereza, naranja, infinidad, y todavía combínalos con chile, con cítricos, tenemos sabor, coco, sabor coca, o sea, podemos meterle de todo, aquí el dulce es abierto a todos."
Pero más que simplemente un lugar para comprar dulces, "La Fábrica de la Melcocha" es un santuario de nostalgia, donde los clientes pueden revivir recuerdos de infancia y conectarse con sus raíces culturales.
"Entonces nosotros subsistimos por la nostalgia de la gente mayor que en sus momentos vivieron esto, a me dieron un cacahuate de Dulce, me dieron un quiebra muelas. Entonces ellos regresan y son los que les van enseñando a sus generaciones, pues lo que se hacía antes."
Desafortunadamente el gusto por este dulce artesanal, como muchos otros, ha disminuido, siendo quienes más compran luego de las personas adultas mayores, los paisanos que regresan de Estados Unidos o personas de Grecia, Corea o Japón. Por lo que Francisco llama a no dejar perder estos tesoros invaluables que se fabrican con amor.
"Pues invitarlos a que vengan a consumir lo que se produce realmente en Zacatecas, lo que realmente vale la pena, lo local."
En un mundo cada vez más homogeneizado, lugares como "La Fábrica de la Melcocha" son faros de autenticidad, recordándonos la importancia de preservar nuestras tradiciones y valorar el trabajo artesanal. Así que la próxima vez que estés en Zacatecas, asegúrate de hacer una parada en este refugio de dulzura y tradición.