ZACATECAS, ZAC "Ni una más, ni una más, ni una asesinada más" fue el grito con el que cientos de niñas y mujeres marcharon por las principales vialidades y avenidas del Centro Histórico.
Portando una pañoleta de color morado o verde y vestidas de negro en su mayoría, el contingente compuesto por miles de personas salió desde las afueras de la Presidencia Municipal de la Capital con rumbo a Plaza de Armas.
No sin antes hacer un pronunciamiento en contra de la violencia, de la no localización de hombres y mujeres desaparecidos, de la represión sufrida hace un año durante la conmemoración del mismo evento, las disculpas públicas del titular de la secretaría de Seguridad Pública, Arturo Medina Mayoral; del gobernador del Estado , David Monreal y la presidente de la República, Claudia Sheinbaum Pardo.
A las 17 horas con 36 minutos, mujeres y niñas marcharon desde el boulevard metropolitano, pasando por la Calzada Heroes de Chapultepec, boulevard Adolfo López Mateos y subir por el Callejón de Ruiz. En cada uno de los puntos ya mencionados, las botellas de agua y paletas heladas no faltaron; una una se repartieron por parte de comerciantes y asistentes.
Entre la multitud también se encontraraban trabajadoras de la Comisión de Derechos Humanos del estado (CDHEZ) y las tres observadoras de organizaciones internacionales, estas últimas portando un chaleco de color azul.
Las pintas y vidrios rotos no faltaron. Empezando por las instalaciones del Ayuntamiento de la Capital en la que el 8M o el " vivas nos queremos" pintadas con aerosol se volvieron los símbolos de este sábado de marzo.
Ya sobre la avenida J. Jesús González Ortega se guardó un breve silencio para pedir por las mujeres, niñas, niños y hombres desaparecidos, cuyas madres, hermanas y amigas se hicieron presentes en esta marcha y caminaron hasta Plaza de Armas.
El llanto de algunas se dejó escuchar con el clamor de "regrésenme a mi hijo".
Las miradas de aquellos que se encontraban sobre la Avenida Hidalgo no faltaron y algunos con telefono en mano tomaban fotografías, a lo que el llamado grupo negro les pedía alejarse de la agrupación.
Pese a la colocación de grandes tarimas de madera o láminas metálicas, los bancos fueron vandalizados al igual que algunas dependencias como la secretaría de Turismo y las afueras de Palacio de Gobierno.
Al arribar a las afueras de la Catedral Basílica un grupo de mujeres denominadas Pro Vida formó una pequeña cadena humana, para evitar que los grupos feministas tratarán de quitar la protección que se había colocado a las afueras de este recinto religioso.
Ya en el último punto de arribo y sentadas, mujeres y niñas escucharon atentas el pase de lista de las más de 100 personas desaparecidas, listado en el que se encontraban infantes y mujeres adultas de las que se desconoce su paradero.
De acuerdo con paramédicos de la Cruz Roja Mexicana dos mujeres cayeron al piso, debido a una crisis nerviosa.