Zacatecas, Zac. "Ojalá que nunca nos vayan a traer a bendecir pistolas".
El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigfredo Noriega Barceló lamentó que continúen los hechos violentos en la capital, se refirió a los hechos violentos registrados los últimos días, pues tan sólo el sábado 14 de julio sumaron nueve los ejecutados en la entidad.
Dijo que lo primero es no acostumbrarse a la violencia, mencionó que el reto es trabajar en coordinación ciudadanía- autoridades, por lo que espera que los nuevos gobiernos municipales y federales no se presten para este tipo de situaciones que dañan a la sociedad.
Por su parte, dijo, la iglesia seguirá aportando valores a través de la tradición religiosa.
"Muy triste, yo pienso inmediatamente en las familias de las personas involucradas tanto de las victimas como de los victimarios, y pienso también en que todo esto tiene efecto social porque hace que el ambiente sea de tristeza, sea en general lo que llamamos de inseguridad lo que esto trae consigo, pues el problema está ahí, no podemos ocultar, esconder la cabeza y me sigo preguntando qué podemos hacer", expresó.
Por otra parte, habló de la importancia de construir la paz de la diversidad religiosa a través de un comité interreligioso que estuvo en temas pasados, por lo que agregó que hasta el momento no ha habido avances por lo que hasta el momento no ha tenido contacto institucional con los representantes de diferentes religiones.
El obispo agregó que es conveniente y necesario que haya una unión de todas las confesiones religiosas en la lucha contra los males que aquejan a la sociedad y que ya pasaron, dijo, los tiempos de confrontaciones.
Además habló sobre las nuevas administraciones que fueron elegidas el pasado 1 de julio, expresó que en un país democrático, el gobernador Alejandro Tello Cristerna y el nuevo presidente de México, deben buscar acuerdos y entendimiento, independientemente del partido político que representen, para que pueda, añadió, prevalecer el bien del estado.