La violencia en México, con más de 190,000 homicidios durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), se perfila como el principal reto para Claudia Sheinbaum, quien asumirá la presidencia el 1 de octubre de 2024. A pesar de la crisis, Sheinbaum ha prometido mantener la política de "abrazos, no balazos" y continuar con la estrategia de seguridad militarizada implementada por su predecesor.
Sheinbaum planea apoyarse en la Guardia Nacional (GN), un cuerpo de más de 130,000 agentes creado en 2019, cuyo control fue cedido al Ejército. Sin embargo, la decisión ha sido criticada por la oposición, que denuncia una "militarización ilimitada" en el país. La especialista en seguridad Eunice Rendón advierte que Sheinbaum enfrentará un problema más grave que el que López Obrador recibió en 2018, con cárteles como el de Jalisco Nueva Generación (CJNG) extendiendo su influencia.
Durante 2023, México registró 31,000 homicidios, un promedio de 84 por día. Además, en 2022, nueve de las diez ciudades más violentas del mundo fueron mexicanas, destacándose Colima, Zacatecas y Tijuana.
Según el experto en seguridad nacional Clemente Romero Olmedo, Sheinbaum heredará un país más violento y con focos rojos de inseguridad que se han expandido a más de 20 estados, incluyendo Chiapas, Guanajuato y Guerrero.
El reto para Sheinbaum será no solo enfrentar la violencia del crimen organizado, sino también lidiar con una Guardia Nacional bajo control militar, lo que, según Romero Olmedo, limitará su capacidad de acción. En estados como Michoacán o Guerrero, la impunidad reina, mientras que en otros, como Chiapas, se agravan problemas de violencia, tráfico de personas y gobernabilidad.
La pugna interna del Cártel de Sinaloa, que ha dejado más de 70 muertos en las últimas semanas, es otro desafío. Esto podría abrir la puerta al CJNG, que busca expandir su control en nuevas rutas y territorios. Con esta situación, Sheinbaum deberá encontrar soluciones rápidas para revertir la tendencia de inseguridad que afecta al país.