ZACATECAS, ZAC.- La conciliación de lo popular y lo clásico en las canciones de Manuel M. Ponce se titula el ensayo con el que Simitrio Quezada Martínez obtuvo el primer lugar de los Juegos Florales de Fresnillo 2018.
"Los puristas de la literatura dirán que Manuel M. Ponce es más músico que literato; sin embargo, el adjudicarle este nombre a los Juegos Florales nos habla de una unión de la cultura... Hay algo muy loable en la obra de Ponce, como recuperador y creador del nacionalismo mexicano".
A sus 43 años de edad este es su primer premio como ensayista, tras una amplia carrera en las letras, la investigación, la docencia, la función pública y como ganador de diversos galardones, entre ellos los Juegos Florales Ramón López Velarde 2008. En 18 cuartillas enfrentó, en sus palabras, un nuevo reto.
"Me atreví a comparar toda la cosmovisión que resuman canciones como Marchita el alma, A la orilla de un palmar o Estrellita con esta filosofía machista de José Alfredo Jiménez... Cómo el alma nacional tiene distintas formas de afrontar la depresión, la decepción amorosa, las aspiraciones, los sueños de la vida".
Del fresnillense homenajeado con este certamen, reconoce la capacidad para conciliar, como detalla en su trabajo, entre dos extremos culturales que prevalecen hasta nuestros días.
"(La conciliación recae) en el rescate de lo más valioso que hay en lo popular, para traducirlo con las formas convencionalmente aceptadas como cultas e integrarlas poco a poco... La conciliación en realidad es el reconocimiento de lo ingeniosa que es una letra independientemente del género en que se cante o de la clase social del cantante o del escritor".
Quezada Martínez apela al desprendimiento de las grandes obras por parte de sus autores, tal cual padeció Ponce con su composición Estrellita, jamás registrada y considerada del dominio público; sobre todo ahora en la inmensidad de las redes sociales donde es inevitable la apropiación masiva de diversas creaciones, siempre y cuando se tenga la calidad como criterio.
"Mientras nosotros sigamos siendo una sociedad hipócrita, nos vamos a dar un balazo en el pie... Si no la pasamos negando todo, vilipendiando todo o diciendo eso no cuenta porque no tiene autor, estamos mochándonos pedazos de identidad".
Sin embargo, para el jalpense, Zacatecas está inmerso en un "mundillo cultural" de soberbia intelectual que cae en discusiones banales.
"Yo veo en Zacatecas más artistas que obra artística, veo más escritores que literatura, veo más pintores que obra visual y veo más gente que anda buscando qué criticarte, qué desdeñarte... Lo importante es que si realmente perteneces al mundo cultural, realmente estás conectado con todas las personas, no con las que se autoerigen en un olimpo imaginario".
De toda la obra de Ponce, Marchita el alma tiene un lugar especial en el acervo del escritor, pues desde su perspectiva es "una decepción amorosa muy bien asumida".
"Ese heroísmo del que sabe vivir la decepción amorosa es algo que inspira, que llama mucho la atención y que te habla también del carácter que tenían nuestros bisabuelos y que nosotros no podemos llegar a eso por tanta inmadurez, por esta cultura de lo inmediato".
"Manuel M. Ponce... logró lo que ninguno otro en la historia de la música mexicana: sentar las bases del nacionalismo musical mexicano y, con las canciones que escribió/reescribió y remusicalizó, pasar la vena por el cánon de lo considerado culto y exclusivo..." se lee entre las líneas por las que será premiado este viernes a las 6 de la tarde en el Teatro Echeverría de Fresnillo, Zacatecas.
"(El premio es) un paso más, pero también un compromiso más , ya no soy el joven de 19 años que comenzó a participar en los Juegos Florales... Esto también me hace sentir, otra vez, como otro humilde constructor de la cotidianidad y de la vida zacatecana".