Trump no cederá "en absoluto" en su guerra arancelaria
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejó claro este jueves que no tiene intención de ceder en la guerra arancelaria que ha impulsado su administración.
En declaraciones desde el Despacho Oval, acompañado por el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, Trump afirmó: "No me voy a doblegar en absoluto".
El mandatario justificó su postura argumentando que Estados Unidos ha sido "estafado durante años" y aseguró que no dará marcha atrás en los aranceles impuestos sobre el acero, el aluminio y los automóviles.
Esta medida ha generado tensiones con varios países, especialmente con China, Canadá y México, que han sido los más afectados por las nuevas tarifas.
Desde este miércoles, Estados Unidos comenzó a aplicar un arancel del 25 % sobre las importaciones de acero y aluminio. En el caso del acero, la medida impacta principalmente a Canadá, Brasil, México, Corea del Sur y Vietnam, mientras que, en el aluminio, los países más afectados son Emiratos Árabes Unidos, Rusia y China.
Sin embargo, Trump concedió una prórroga hasta el 2 de abril para la entrada en vigor del arancel del 25 % sobre productos de Canadá y México que están protegidos por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
A pesar de ello, el presidente estadounidense lanzó duras críticas a Canadá, afirmando que Estados Unidos "no necesita sus coches, su energía ni su madera" e incluso sugirió que el país debería convertirse en el estado 51 de la unión debido a su dependencia económica de EE.UU.
Respecto a la Unión Europea (UE), Trump también mostró su descontento, calificándola como "muy desagradable" y acusándola de restringir la venta de automóviles estadounidenses en su territorio. "No se nos permite vender coches en Europa. Está prohibido debido a sus políticas y a sus aranceles no monetarios", señaló el presidente.
Además, el mandatario denunció que la UE toma medidas en contra de empresas tecnológicas estadounidenses, como Apple y Google, mientras que EE.UU. sí compra productos agrícolas europeos. "Con ellos es como una calle de sentido único", criticó.
Trump también amenazó con imponer un arancel del 200 % a las importaciones de vino y otras bebidas alcohólicas provenientes de la UE. Esta declaración se dio en respuesta a los planes de Bruselas de gravar las importaciones de whisky estadounidense, una medida que podría intensificar aún más las tensiones comerciales entre ambos bloques.
Las políticas arancelarias de Trump han provocado reacciones mixtas a nivel internacional. Mientras algunos sectores dentro de EE.UU. respaldan su estrategia como una forma de proteger la industria nacional, otros advierten que podría desencadenar represalias y afectar el comercio global. Con la fecha límite del 2 de abril acercándose, la incertidumbre sobre el impacto económico de estas medidas sigue en aumento.