Tras darse a conocer el brote de hepatitis A en Minnesota, California y Canadá por el consumo de fresas en fresco que posteriormente fueron congeladas y consumidas, lo que derivó a que decenas de personas enfermaran, alertó a las autoridades de salud, está situación genera incertidumbre para el campo mexicano.
Expertos en salud pública señalan que habrá presiones mercantiles para los productores mexicanos, exigiendoles reforzar las medidas fitosanitarias para la exportación de fresas y hortalizas, además de que existe la posibilidad de restringir volúmenes de fruta para exportación.
Agustín Rico, epidemiólogo explicó que en México no hay riesgo para la población de contraer la hepatitis A por consumo de fresas contaminadas, recomienda lavar y desinfectar frutas y verduras antes de consumirlas.