Las altas temperaturas que se han registrado durante las últimas semanas, aceleran la maduración de los cultivos de fresa e incentivan la aparición de plagas como la araña roja y la chinche lygus, que generan pérdidas económicas importantes a los pequeños y medianos productores. Para mitigar el impacto de las condiciones climatológicas, agricultores buscan mantener frescas las plantaciones mediante el riesgo periódico, además, les retiran temporalmente el plástico del acolchado y los túneles, para evitar que el micro clima genere daños a las frutillas.