Ante la crisis ambiental que se vive a nivel mundial y la falta de políticas públicas encaminadas a mitigar el cambio climático, autoridades eclesiásticas hacen un llamado a los sectores productivo y empresarial, a actuar de manera responsable y poner un alto a la contaminación de ríos y lagos, así como a la destrucción de bosques por la tala inmoderada y los cambios de uso de suelo. Aseguran que este tipo de acciones incentiva el registro de contingencias climatológicas, como inundaciones, deslaves y variaciones drásticas en la temperatura.