Desde los 11 años Ángela Esteban comenzó a pintar figuras de barro, su abuela le enseñó cada una de las técnicas, a esa edad ya era huérfana, por lo que debía aprender el oficio de la familia, a los 16 ya diseñaba diversas piezas, desde entonces vende sus artesanías, actualmente tiene 6 hijos. La pandemia generada por el Coronavirus ha impactado de forma inesperada su vida, ya que la cancelación de eventos como el tradicional tianguis artesanal del domingo de ramos en Uruapan y algunos otros escaparates comerciales le han impedido ofertar sus productos. Su economía se ha visto afectada durante estos 5 meses de contigencia, sus ventas cayeron drásticamente hasta en un 100%.