El presidente estadounidense, Joe Biden, se reunirá con el jefe de Estado israelí, Isaac Herzog, el próximo martes en el Despacho Oval para reafirmar "el compromiso inquebrantable de EE.UU. con la seguridad de Israel", informó este jueves la Casa Blanca.
Además de entrevistarse con Biden, Herzog ofrecerá el 19 de julio un discurso ante las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos con motivo de los 75 años de la fundación de Israel, mismo día en el que se verá con la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, explicó en un comunicado que Biden reafirmará ante Herzog el "compromiso inquebrantable de Estados Unidos con la seguridad" del Estado judío, además de abordar las "oportunidades" para la normalización de las relaciones entre Israel y los países árabes.
La cuestión palestina también estará sobre la mesa, puesto que el mandatario estadounidense subrayará la importancia de "impulsar medidas equitativas de libertad, justicia y prosperidad tanto para los palestinos como para los israelíes".
Asimismo, tratarán las "actividades desestabilizadoras" de Irán y la cooperación militar entre el país persa y Rusia.
Herzog intervendrá en el Congreso de Estados Unidos invitado por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, quien visitó Israel en mayo y dio un discurso ante la Knéset, el Parlamento israelí.
En la invitación a Herzog, McCarthy afirmó que Estados Unidos fue en 1948 el primer país en reconocer al Estado de Israel, tan solo once minutos después de que declarara la independencia.
La visita del jefe del Estado, sin embargo, se producirá en un contexto de cierta fricción y lejanía entre la Administración del demócrata Joe Biden y el Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu, el más derechista de la historia del país.
Los primeros ministros israelíes suelen ser invitados a una visita oficial en Washington en sus primeros meses de mandato, pero Biden aún no ha invitado a Netanyahu desde que recuperó el cargo de jefe de Gobierno a finales de diciembre pasado.
Esto se debe a la incomodidad en la Casa Blanca con la coalición israelí, formada entre otros por socios ultraderechistas y antiárabes, que ha impulsado una política de expansión de colonias en territorio palestino y una cuestionada reforma que erosiona la independencia judicial.