Eran alrededor de las 6:00 PM cuando cientos de piedadenses comenzaron a congregarse en las calles que van desde la parroquia del Carmen hasta el centro histórico del municipio, culminando al otro lado del puente, en la delegación de Santa Ana Pacueco. Con el respaldo de autoridades viales y de seguridad pública, el evento transcurrió de manera ordenada y con un ambiente lleno de alegría y familiaridad.
Minutos después de las 18:00 horas, con los vendedores de globos y confeti listos y los tambores sonando a los lejos, de pronto se pudo ver en primer lugar a los organizadores del desfile; personal y alumnado de UNIVA La Piedad, quienes dieron inicio a esta mágica tradición que une a la comunidad, llevando diversión, esperanza y momentos inolvidables tanto a chicos como a grandes. La cabalgata, que este año celebra más de dos décadas de historia, fue un espectáculo vibrante que combinó color, creatividad y el espíritu de los Reyes Magos.
Los protagonistas: voluntarios de protección civil, rescate, bomberos así cómo decenas de personajes animados y representaciones de pasajes bíblicos hicieron de este desfile una experiencia única. Porristas, gimnastas, superhéroes, princesas, personajes de moda, ángeles, pastores, y muchas otras figuras ad hoc al Día de Reyes también desfilaron por las calles, arrancando sonrisas y aplausos del público asistente.
El momento más esperado de la noche llegó cuando las estrellas del evento, Melchor, Gaspar y Baltazar, hicieron su aparición a bordo de majestuosos caballos. Los Reyes Magos avanzaron entre la multitud recibiendo las cartitas de los niños y niñas, quienes llenos de emoción les confiaron sus deseos y sueños para este año.
Una vez más, gracias al esfuerzo conjunto de empresas, escuelas y la comunidad, La Piedad vivió una noche mágica en la que la tradición y la ilusión se unieron para hacer soñar a los más pequeños. La Cabalgata de Reyes 2025 no solo reafirmó su lugar como un evento icónico de la región, sino que también dejó una estela de alegría y esperanza que perdurará en el corazón de todos los asistentes.