La extorsión telefónica se ha convertido uno de los delitos favoritos de los ciberdelincuentes, debido a que les implica menor riesgo de ser detenidos y mayor probabilidad de obtener algún beneficio.
Ya sea a través de la llamada de un supuesto familiar que está en apuros, de mensajes de texto en los que te avisan que ganaste un supuesto "sorteo", de las amenazas de un presunto grupo delictivo o del aviso de la suspensión temporal de tu línea telefónica por fallas en el servicio, la extorsión es un delito que sigue registrándose con bastante frecuencia a nivel nacional.