Miembros de la familia Gildo, quienes se dedican al comercio, debieron aislarse por al menos 14 días luego de que les fue entregado el resultado positivo a COVID-19, lo que significó para ellos, pérdidas económicas dado que dejaron de abrir su local y ofrecer sus productos a la población, Iván Gildo, comenzó con temperatura y cuerpo cortado, mientra que Guillermo, su sobrino, comenzó con un cuadro de gripe, lo que les hizo sospechar que estaban contagiados, situación que provocó que toda su familia tuviera que aislarse, dejando de percibir el ingreso diario durante dos semanas, gastando casi 3 mil pesos cada uno en medicamentos paliativos para evitar los síntomas de la enfermedad.
En caso de tener que ser hospitalizados, pueden referirse a nosocomios del sector salud, donde se les brinda la atención, de acuerdo a la cantidad de camas libres para que sean utilizadas por quien así lo requiera, pero en caso de que exista saturación de hospitales, deben los familiares optar por buscar la manera de trasladar a su enfermo a una unidad médica en otra ciudad o llevarlo a un hospital particular, donde dependiendo del hospital pueden gastar desde medio millón hasta más de un millón de pesos.
Mencionan los miembros de esta familia que una vez que pudieron salir a la calle y retomar sus actividades comerciales, se vieron señalados y rechazados por quienes tuvieron conocimiento del motivo de su ausencia, lo que es signo de falta de conocimiento con respecto de las etapas de la enfermedad.