El 20 de diciembre la familia Flores, de La Piedad, se reunió a comer en casa, donde a pesar de los cuidados y restricciones la COVID-19 también fue un invitado más a ese convivio, del cual, en un periodo de quince días, cinco miembros han perdido la vida y este día conversarmos con Patricia Flores, quien narra la situación que están atravesando.
El primer deceso, luego de que los once miembros de la familia comenzaron a presentar síntomas relacionados con COVID ocurrió el 2 de enero, luego de un corto periodo de hospitalización, luego de ese suceso, le siguieron otros, hasta completar cinco personas.
Aun quedan dos personas que siguen luchando contra la enfermedad, manteniendose aisladas, presentando mejoría, sin necesidad de hospitalización, dado que su saturación de oxigeno es favorable, pero siguen con pendiente y extremando los cuidados ante la COVID-19.
Analiza y se preguntan de dónde o cómo llegó el virus a su casa, concluyendo que se trata de una cadena de contagios que se ha vuelto imparable, recomendando a la población que se cuiden al máximo, para evitar esta enfermedad que golpeó a una familia que ahora no volverá a ser la misma.