El crecimiento urbano desordenado generado por la autorización excesiva e irregular de cambios de uso de suelo, no solo ha provocado daños al medio ambiente, especialistas en materia ambiental aseguran que esta situación acentúa problemáticas sociales en ciertas zonas de los municipios, tales como las fracturas sociales, la segmentación de la pobreza e incluso, incentiva que crezcan los indicadores de violencia, lo cual debe ser atendido por las autoridades.