Durante el desarrollo de una audiencia del caso del feminicidio de Jessica González Villaseñor, el perito que realizó la necropsia, determinó que, recibió un trato cruel y no murió instantáneamente, a causa de las heridas de los golpes que le fueron provocados.
La joven habría recibido 31 lesiones distribuidas en maxilar, clavículas, pecho, tórax, piernas, muslos, una de las manos, cara y ojos. En su mayoría, lesiones en la piel; lesiones que le habrían sido provocadas aún con vida.
El perito explicó que los golpes no fueron tan fuertes para fracturar la bóveda craneal, pero sí suficientes para provocar las lesiones en el cerebro que le habrían arrebatado la vida, la cavidad vaginal y anal de la víctima no tendrían lesiones, sin embargo, sí un golpe en la zona del orificio urinal. No se encontró ningún otro tipo de material biológico en el cuerpo.
La defensa de Diego "N" buscó desestimar el método realizado por el perito, así como la participación de un perito que tomó las fotografías.