Los cohetes sonaron desde el 2 de noviembre, tras el asesinato de los 11 jóvenes, 7 de 17 años, uno más de 15, y 3 más de 19, 31 y 35, después de las 11 de la mañana de este 3 de noviembre habitantes y familiares de la comunidad Indígena de Tarecuato en Santiago Tangamandapio, empezaron a llegar al atrio del templo de San Francisco de Asís, donde se ofreció una misa para despedir a los muchachos, con globos y música de viento los acompañaron al panteón.
Coronas, flores y pancartas sobresalieron en la despedida, los familiares y amigos con llanto caminaron por las calles de la comunidad Indígena para darles el último adiós.