La economía de Michoacán sigue creciendo de manera pausada, marcando una tendencia a la baja durante el tramo de 2016 a 2019, una recesión profunda en 2020, consecuencia de la pandemia de COVID-19, que se reflejó en una severa caída del PIBE real de 6.8% y un rebote en 2021, que apenas generará un incremento estimado en el cierre de este año de 2.5%, así lo menciona Heliodoro Corona Gil, Coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM).
En lo que refiere al sector industrial su deterioro también ha sido notable, las actividades manufactureras disminuyeron su participación en el PIBE de 15.5% a 7.5% de 2000 a 2021. En el tema de generación de empleos formales en 2017 fue cuando se crearon más empleos formales siendo 30 mil 551, sin embargo al terminar el 2020 se habían perdido mil 487 plazas, este año se estima la creación de 9 mil 650 puestos.
El gasto público también se ha estancado con un crecimiento medio anual de 1.4% de 2012 a 2021, pasando de 62 mil 135 millones en 2012 a 70 mil 724 millones de pesos estimados al cierre de 2021. Este estancamiento se puede asociar a diversas causas como que las fuentes de ingresos locales y federales no han sido suficientes conforme a lo que se requiere para sostener la operatividad gubernamental, niveles adecuados de inversión productiva y el cumplimiento de obligaciones financieras.