El avance de la tecnología ha tenido un impacto importante en la forma y la periodicidad en que las personas leen, el uso de dispositivos electrónicos ha provocado que los libros impresos pasen a segundo plano al momento de buscar fuentes de información o contenido. De acuerdo con especialistas, las personas que leen textos escritos tienen una mejor comprensión lectora que aquellos que leen versiones digitales.