En Michoacán, se han destruido 700 máquinas tragamonedas aseguradas como parte de la estrategia de seguridad para combatir la extorsión y el juego ilegal. Esta acción ha sido coordinada por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Michoacán (SIE), la Fiscalía General del Estado de Michoacán y la Fiscalía General de la República, en cumplimiento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos que prohíbe el uso de estas máquinas en el país.
Las máquinas tragamonedas, a menudo asociadas con redes de extorsión y otros delitos, representan un riesgo significativo para la comunidad. La mayoría de estas máquinas están alteradas para enganchar a personas que sufren de problemas con el juego, lo que agrava aún más la situación. Su eliminación es un paso importante para proteger a la ciudadanía de prácticas fraudulentas y mejorar la seguridad en la región.
La comunidad también juega un papel importante en este esfuerzo, ya que la denuncia ciudadana y la cooperación con las autoridades son fundamentales para identificar y desmantelar las redes delictivas. La participación activa de la ciudadanía contribuye a crear un entorno más seguro y a fortalecer el tejido social.