Judith, se quedó completamente a cargo de los gastos del hogar, desde hace un año y un mes, su esposo desapareció, por lo que su economía familiar se ha visto afectada, las búsquedas, las idas a Fiscalía, requieren de tiempo y dinero, por lo que ha tenido que crear diversas estrategias para sobrellevar el dolor y la incertidumbre, sus padres son los únicos que la han apoyado.
Después de una desaparición, las responsabilidades e ingresos económicos de los familiares cambian radicalmente y hay graves consecuencias económicas. México, supera las 100 mil víctimas por desapariciones, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas o No Localizadas.
Los familiares y colectivos de búsqueda exigen a las autoridades impulsen leyes y políticas públicas que garanticen la localización de personas desaparecidas.
Además de la crisis económica, también se generan afectaciones psicológicas y emocionales para el núcleo familiar.