La Piedad ya se prepara para vivir una de las festividades religiosas más importantes del año: la fiesta patronal de la Virgen de Guadalupe. Desde las primeras horas del día, el bullicio y la emoción se sienten en el aire. Las calles aledañas al imponente Santuario Guadalupano comienzan a llenarse de peregrinos que, con paso firme, se dirigen al templo en señal de devoción. Instituciones educativas, empresas y grupos de familias se organizan para caminar juntos, portando imágenes, cantando las tradicionales alabanzas a la Virgen y mostrando, en cada paso, su profundo fervor.
Las peregrinaciones se convierten en un espectáculo de fe y unidad, mientras los participantes recorren las calles con fervor, algunos con mantas y carteles que exhiben sus intenciones y deseos, mientras otros no dejan de cantar y rezar. Es común ver en estas caminatas a niños, jóvenes y adultos, quienes, con orgullo, muestran su devoción hacia la Virgen de Guadalupe.
Pero no solo es la fe lo que se respira en La Piedad durante estos días. En la esquina de las calles 16 de septiembre y Belisario Domínguez, ya se hacen presentes los comerciantes que vienen desde Carapan, con una oferta de productos alusivos a la festividad. La variedad de vestuarios, desde las tradicionales camisas con la imagen de la Virgen hasta las coronas, sombreros y demás artesanías típicas, deja claro que la feria está en marcha. Los precios varían entre los $120 y los $360 pesos, permitiendo que todos los visitantes encuentren algo para llevarse a casa como recuerdo de este evento tan especial.
Y si de darle gusto al gusto se trata, no hay nada mejor que sumergirse en la diversidad gastronómica que inunda las cercanías del Santuario. Los olores de los churros de azúcar se mezclan con el aroma de los elotes, las salchipulpos y, por supuesto, las dulces cañas, que son un clásico infaltable de esta fiesta. Las sonrisas de los niños que disfrutan de un buen dulce, los grupos de amigos compartiendo un elote y las familias saboreando los típicos churros, demuestran que la gastronomía también forma parte del alma de la festividad.
Así, entre rezos, caminatas, ventas y un festín para el paladar, La Piedad se alista para vivir con fervor y alegría la fiesta patronal de la Virgen de Guadalupe, una celebración que une a toda la comunidad en torno a la fe y las tradiciones que definen la identidad de este pueblo.