Durante los meses de confinamiento por covid-19, las familias mexicanas incrementaron el uso de aparatos electrónicos, situación que afecta directamente al medio ambiente, debido al incorrecto manejo de estos desperdicios, una vez que acaba su vida útil.
Los avances tecnológicos también obligan a las empresas a renovar sus equipos y desechar aquellos que resultan obsoletos, aunque no todas las micro y medianas empresas cuentan con certificación para el tratamiento adecuado, lo que desencadena focos de contaminación.
De acuerdo a información del inventario de residuos eléctricos y electrónicos de México, entre 2020 y 2025 se espera un crecimiento de 17% en la generación de desechos.
"Hay que tratar de alargar la vida de nuestros aparatos darles una segunda vida y sobre todo, no llevarlos o tirarlos a la basura, tratar de buscar un lugar para darle un uso".