La pandemia agudizó los problemas de ansiedad y depresión, esto a su vez incrementó el consumo de nuevas drogas, como el fentanilo, opioide sintético 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina.
La mayoría de estas sustancias son distribuidas en países como Estados Unidos, pero un porcentaje mínimo permanece en las ciudades de la frontera de México.