El problema de contaminación en las comunidades de la Cañada de los once pueblos ha provocado que el río Duero se encuentre saturado por residuos que generan daños ambientales severos a los afluentes y los cultivos de la región, que aún son regados con agua contaminada.
Pese a las campañas de concientización y limpieza, los ciudadanos continúan arrojando diversos tipos de artículos a los afluentes, problema derivado a la falta de camiones recolectores en las comunidades.