El incumplimiento de pagos de los usuarios ha generado complicaciones a la operatividad de los módulos del riego, lo cual se traduce en adeudos con la Comisión Nacional del Agua. Además, el no contar con recursos no les permite dar mantenimiento o renovar la maquinaría que utilizan para los trabajos de limpieza y descacharrización de los afluentes, vehículos que en su mayoría están fuera de servicio.