El constante incremento del precio de insumos básicos como el combustible, ha generado inestabilidad a la economía del sector transportista, panorama que se agravó durante la pandemia, debido a la baja movilidad de usuarios. Aseguran que cerca del 50 por ciento de los ingresos que se generan diariamente, son destinados a la compra de diésel, situación que dificulta la renovación o adquisición de nuevas unidades.