Más del 60 por ciento de las plantas de tratamiento de aguas residuales existentes en Michoacán están fuera de servicio, por falta de mantenimiento o por cobros excesivos de energía eléctrica, situación que ha agravado la problemática de contaminación que presentan los principales afluentes en la entidad. En el caso de los 10 municipios que conforman la cuenca del río Duero, menos del 50 por ciento de sus aguas recibe el tratamiento adecuado, tomando en cuenta que la mayoría de los municipios carecen de la infraestructura hidráulica necesaria.