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01 de Abril del 2025
Ecología

La invasión silenciosa: especies exóticas que amenazan a México

La invasión silenciosa: especies exóticas que amenazan a México

¿Sabías que una sola planta invasora puede acabar con especies nativas que tardaron miles de años en evolucionar? Esta lucha amenaza la biodiversidad y el equilibrio ecológico que sostiene la vida



En los ecosistemas de México, una batalla silenciosa se libra entre las plantas nativas y las especies exóticas invasoras. Esta lucha no solo amenaza la biodiversidad del país, sino también el equilibrio ecológico del que dependen aves, insectos y, en última instancia, los seres humanos


Las plantas nativas, aquellas que evolucionaron naturalmente en la región, son la base de la vida. Proporcionan alimento, refugio y sitios de reproducción para la fauna local, además de regular la temperatura ambiental y ser resistentes a condiciones climáticas extremas. Sin embargo, su supervivencia está en riesgo debido a la creciente presencia de especies invasoras.


Las especies exóticas invasoras son plantas que se propagan a través de diferentes medios, como el comercio, donde se trasladan con fines comerciales, como la venta de especies marinas para acuarios. También se utilizan biocontroles, que son enemigos naturales introducidos para controlar plagas, aunque suelen ser especies no nativas. Además, el agua de lastre transportada por los barcos, como los trasatlánticos, también facilita el traslado de organismos, como peces, de una región a otra. En México, existen más de 1,700 especies exóticas, de las cuales alrededor de 200 están bajo monitoreo por su potencial destructivo.



Algunos ejemplos destacados son el lirio acuático, que cubre grandes áreas de agua como el Lago de Chapala, y la "madre de miles", una planta muy tóxica para animales y personas. Otras especies problemáticas incluyen la lechuga de agua , el carrizo gigante y la hydrilla



La presencia de estas especies invasoras genera un impacto significativo en los ecosistemas. Modifican su estructura y composición, desplazan a la flora y fauna nativas, reducen la diversidad genética y, en situaciones extremas, pueden llevar a la extinción de especies locales.


En el ámbito de la salud, las malezas acuáticas representan un entorno propicio para la proliferación de organismos que transmiten enfermedades graves e incluso mortales, como el dengue, la filariasis, la helmintiasis, la encefalitis, el paludismo y la fiebre amarilla, entre otras.



Según el "Panorama Epidemiológico de Dengue 2024" de la Secretaría de Salud (publicado hasta la semana 52), en 2023 se reportaron 26 defunciones confirmadas por dengue hasta junio de 2024, un aumento significativo respecto a las 5 muertes del mismo periodo en 2023



Desde el punto de vista económico, sus efectos incluyen la pérdida de agua por evapotranspiración, el azolvamiento prematuro de embalses, la reducción de la actividad pesquera y recreativa, así como la obstrucción de canales de riego, tomas de plantas hidroeléctricas y otras infraestructuras hidráulicas.



En San Luis Potosí, el alcalde Enrique Galindo Ceballos informó en 2024 que la erradicación del lirio acuático en la presa San José tiene un costo estimado entre 10 y 12 millones de pesos. Esta cifra resalta no solo la magnitud del problema, sino también el elevado gasto que implica su eliminación en todo el país



Las especies nativas enfrentan grandes desafíos para adaptarse y sobrevivir ante esta presión. Aunque están genéticamente adaptadas a las condiciones locales, la velocidad a la que las invasoras se propagan, exacerbada por el cambio climático y la actividad humana, supera su capacidad de resistencia.



La deforestación, que ha causado la pérdida de más de 4.5 millones de hectáreas de bosques en las últimas dos décadas, y la fragmentación de hábitats agravan aún más su situación



De acuerdo al estudio "Estrategia Nacional sobre Especies Invasoras en México", las especies invasoras y el cambio climático son dos de las mayores amenazas para los ecosistemas, ya que afectan su estructura, función e integridad. Se prevé que el cambio climático agrave los problemas causados por estas especies, favoreciendo su expansión y desplazando a las nativas más vulnerables.




Ante este panorama, el gobierno y organizaciones ambientales han implementado políticas y acciones para combatir las especies invasoras



Programas de erradicación, restauración de hábitats y campañas de concienciación buscan mitigar el problema. La CONANP ha implementado desde 2008 programas para identificar, controlar y erradicar especies invasoras en Áreas Naturales Protegidas, enfocándose en métodos mecánicos y químicos. De los 93 programas ejecutados, alrededor de 50 han sido exitosos, reduciendo la presencia de plantas invasoras como el Ligustrum lucidum. Sin embargo, la falta de presupuesto y especialistas dificulta la continuidad y expansión de estas acciones en áreas extensas.


La conservación a largo plazo de las especies nativas requiere un esfuerzo colectivo. Desde evitar el transporte accidental de semillas hasta participar en iniciativas de reforestación, cada acción cuenta. La lucha contra las especies invasoras no es solo una batalla por la naturaleza, sino por nuestro futuro.






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