El segundo paso hacia la nueva normalidad en Michoacán, trajo consigo la apertura gradual de templos en la Diócesis de Zamora, con los protocolos indicados por las autoridades sanitarias y a libre albedrío de cada uno de los sacerdotes, tomando en cuenta la situación de salud que guarda cada una de las comunidades o municipios. Por ello, autoridades eclesiásticas hacen un llamado a la comunidad católica a respetar las medidas de prevención, tales como el uso de cubrebocas, la aplicación de gel antibacterial, la toma de temperatura corporal y guardar la sana distancia en los centros de culto. Para la celebración de los sacramentos también existen restricciones, en el caso de los bautizos participarán solo papás y padrinos, para las confirmaciones solo se permitirá un padrino o madrina, mientras que en el caso de los matrimonios se deberá establecer un número limitado de asistentes.