El desabasto de combustible que persiste en varios estados del país, ha provocado compras de pánico e histeria colectiva entre la población. Ante este panorama, corporaciones de auxilio llaman a evitar el uso de garrafones, bidones, cubetas o botellas de plástico para transportar gasolina, ya que se corre un alto riesgo de intoxicación si los envases son reutilizados. De acuerdo con cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 3 de cada 4 mexicanos consumen agua embotellada, lo que aumenta el riesgo de intoxicación. Cabe mencionar que los principales síntomas por la ingesta de gasolina o diesel son: somnolencia, dolor de cabeza, mareos, visión borrosa y debilidad.