Tras la celebración de la misa y procesión del Santísimo por las calles de Aguililla, Michoacán, fue leída la misiva enviada por parte del Papa, en esta mencionó estar al tanto del sufrimiento que ha causado los violentos enfrentamientos entre grupos rivales de narcotraficantes.
El Papa Francisco envío un mensaje al obispo de la diócesis de Apatzingán, Cristóbal Ascencio García, con el exhorto de que se convierta el corazón de los responsables de tanta muerte y desolación en Tierra Caliente a causa de la guerra, al igual que los habitantes no cedan a la tentación de adecuarse al circuito del narcotráfico y la violencia.
También manifestó en su mensaje que comprende el sentimiento de desánimo y la sensación de impotencia que abarca a los habitantes de las zonas en conflicto, pero les recordó que no están solos, ya que "el Señor es su fortaleza y misericordia que nunca abandona a sus hijos; que la Iglesia es madre, atenta, cercana a todos los que sufren".
El líder de la Iglesia Católica exhortó a las autoridades a comprometerse para combatir el crimen y la impunidad, generando oportunidades, especialmente para los jóvenes, que les permita salir de situación de pobreza y marginación.