Las tradiciones decembrinas en Michoacán poseen un toque de singularidad frente al resto del país, por la fusión de la cultura purépecha con la ibérica. A este hecho se suman elementos como la ancestral tradición artesanal y gastronómica del pueblo michoacano. En diversos pueblos de la Meseta Purépecha sobrevive la tradición de colocar una estrella en lo alto de un poste y encenderla por la noche para señalar los lugares donde se están organizando las fiestas, posadas o pastorelas.
En cuanto a la elaboración de Nacimientos artesanales, diversas regiones del estado elaboran figuras de madera tallada, barro, cera, hoja de maíz, fibras textiles o vegetales y otros elementos. Las de materiales textiles destacan en San Lorenzo Purenchécuaro, mientras que las de hoja de maíz y fibras vegetales, que surgen en las zonas lacustres de Pátzcuaro y Zirahuén.
En cuanto a la gastronomía de esta temporada, cabe señalar que la cocina es una de las dimensiones ligadas a la estructura social, tradicional y cultural de los pueblos. Como ejemplo, es el caso de Aranza, municipio de Paracho, donde la cena de Navidad es parte del programa de actividades del día, en donde participa todo el pueblo bajo la coordinación de sus autoridades.
Por otra parte, en Michoacán tiene gran arraigo la preparación de ponches de frutas en donde destacan elementos como la caña, las guayabas y los tejocotes; elementos que se cultivan en el propio estado. En otras regiones de la entidad, el pinole también forma parte de la gastronomía de la temporada, igual que los buñuelos y los "nacatamales" (una especie de tamales rectangulares y planos preparados con harina de maíz envuelta en hojas de plátano); las chapatas (tamales de chía o trigo) y los atoles de variados sabores.