Aunque desde el 2001 se promueven políticas públicas para la prevención de desastres, las autoridades federales siguen destinando más recursos y esfuerzos a la reconstrucción causada por contingencias naturales que a la prevención. Este caso se visualiza con el Fondo Nacional de Desastres Naturales (FONDEN) con el que se busca proveer de los bienes materiales necesarios para responder de forma inmediata a las necesidades urgentes para la protección de la vida, la salud, alimentación y agua de la población en caso de ser necesario, sin embargo son pocos los municipios michoacanos que hacen uso de estos recursos, ya que no presentan proyectos ejecutivos que permitan sean aterrizados en obras para mitigar los daños registrados cada año en las zonas de alto riesgo, sobre todo durante la temporada de lluvias, al menos este año muchas ciudades se quedaron sin realizar una solicitud.