Durante décadas la señora Esperanza se ha dedicado a elaborar piñatas tradicionales y de dibujos animados para comercializarlas en dulcerías y en los mercados de Zamora. Desde el año pasado, la pandemia ha generado estragos a su economía familiar, además el precio de los insumos que utiliza para fabricarlas ha incrementado durante los últimos meses, ha recurrido a donaciones y al reciclaje, para poder venderlas a buen precio y seguir teniendo pedidos, no cuenta con ingreso, por lo que pide la ciudadanía consumir productos locales.