Personas con discapacidad en La Piedad, enfrentan grandes limitantes.

En el municipio de La Piedad, Michoacán, las personas con discapacidad física enfrentan múltiples obstáculos para llevar a cabo actividades cotidianas. Las deficiencias en la infraestructura urbana y la falta de empatía de la sociedad son dos factores que limitan su plena integración y participación en la vida comunitaria.

A pesar de los esfuerzos que algunas organizaciones civiles han realizado para visibilizar las necesidades de este sector, los espacios públicos en el municipio siguen careciendo de condiciones adecuadas para su movilidad. Calles sin rampas, banquetas en mal estado, y edificios sin accesos adaptados son ejemplos recurrentes que complican su desplazamiento.

Sin embargo, el problema no solo es estructural. Las barreras intelectuales, derivadas de la falta de información y conciencia, contribuyen a una falta generalizada de empatía hacia las personas con discapacidad. Muchas veces, estas barreras se traducen en actitudes de exclusión y desconocimiento, lo que agrava su situación.

"La ignorancia es sin duda la mayor barrera, las limitantes estructurales y físicas siempre se pueden sortear pero la falta de amabilidad y empatía nunca", comenta la maestra Margarita González Puga, activista local que ha trabajado en favor de los derechos de este sector y que además vive con discapacidad física y auditiva. Según ella, es urgente que se promueva una cultura de inclusión que no solo contemple mejoras en la infraestructura, sino también educación para sensibilizar a la población y ve más urgente aún la creación de políticas públicas en el municipio que garanticen la colocación de este sector en el mundo laboral, ya que no sólo requieren de la entrega de insumos como sillas de ruedas o aparatos auditivos; se tiene una enorme necesidad de ser y sentirse útiles es su comunidad. 

Por su parte, las administraciones públicas han mostrado poca disposición para atender estas demandas. Hasta el momento, no existen planes concretos ni presupuestos destinados específicamente a mejorar las condiciones de accesibilidad en el municipio, lo que evidencia una falta de interés en garantizar derechos básicos para este sector de la población.

La falta de acción en este ámbito perpetúa la exclusión social y afecta la calidad de vida de las personas con discapacidad física. Ante esta situación, es fundamental que las autoridades municipales y la sociedad en general asuman su responsabilidad para construir un entorno más justo e inclusivo.