La pobreza, la inseguridad y la falta de acceso a la educación, provoca que menores de edad inicien a trabajar en los campos agrícolas. Familias completas dejan sus hogares para buscar una mejor calidad de vida, sin embargo, esta migración genera que los niños corran diversos riesgos. De acuerdo con la Organización Mundial del Trabajo, la agricultura es uno de los tres sectores más peligrosos, en lo que se refiere a fallecimientos relacionados con el trabajo, accidentes no mortales y enfermedades profesionales. Alrededor del 59 por ciento de los niños de 5 a 17 años realizan trabajos en la agricultura que resultan peligrosos para ellos.
El especialista en sociología rural, Celso Ortiz Marín, dijo que hay pocos avances para erradicar el trabajo infantil en la agricultura, aunque existen políticas públicas para atender esta problemática.
Consideró que hay lagunas en las legislaciones nacionales, las tareas domésticas y en el campo carecen de seguridad y remuneración para la niñez.
Los padres de familia se ven obligados a llevarse a los hijos a los campos agrícolas.