La disputa de territorios entre grupos delictivos ha agravado la crisis de violencia en Michoacán, situación que preocupa a la iglesia católica. Zamora se ha posicionado como uno de los municipios más violentos, diariamente se registran de 4 a 5 homicidios, hechos que el Obispo de la Diócesis, Javier Navarro, calificó como deshumanizados.