Ante la escasez de combustible que persiste en diferentes estados de la República, incrementan los riesgos por el traslado de garrafas, bidones o garrafones con gasolina, sobre todo si no se trasladan con precaución, ya que cualquier chispa, el movimiento o los rayos del sol pueden provocar que revienten los recipientes con lamentables consecuencias. Además de los daños que puede generar para la salud el uso de garrafones de agua para gasolina y después reutilizarlos para su uso habitual, los médicos especialistas señalan que es muy difícil quitar los residuos del combustible, por lo que recomiendan evitar dichas prácticas.